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sábado, 25 de julio de 2009

Jordi Alba ya ha logrado convencer a Emery

El canterano Jordi Alba ya ha convencido al entrenador del Valencia Unai Emery y tiene casi al cien por cien —está a expensas de lo que diga el mercado de aquí a final del verano— un sitio en la plantilla del primer equipo para esta temporada. Un partido en el que marcó un gol en la primera ocasión que tuvo, situación que sorprendió gratamente al técnico valencianista, y apenas una semana de entrenamientos han sido suficientes para que el joven zurdo convenza deportivamente no sólo al propio Emery, si no también al resto del cuerpo técnico.Varias son las razones que llevan a los técnicos a pensar que el extremo izquierdo puede ser de utilidad durante esta campaña. Primero, su descaro. Emery y los suyos consideran que el año de cesión en la liga Adelante en el Nàstic de Tarragona le ha servido para ganar en desparpajo y descaro, lo que le permite por lo tanto sacar bien pronto a relucir las dos principales cualidades que tiene como futbolista, que son mucha calidad en su pierna izquierda y sobre todo una punta de velocidad endiablada; Jordi Alba es un puñal por su banda.Pero mas que el descaro que exhibe día a día, el cuerpo técnico valencianista valora que Jordi Alba y su actitud le da un escalón más de exigencia a la plantilla en cada entrenamiento, lo que mejora la competitividad diaria. Es decir, con las ganas y la calidad que pone Jordi Alba en cada entrenamiento, Vicente y Mata no pueden descuidarse ni relajarse.
La polivalencia de Mata
A favor de Jordi Alba juega también la polivalencia de Juan Mata. Emery es consciente de que para un chaval recién llegado va a ser muy complicado luchar por un puesto con gente tan consolidada en el equipo como son Vicente y Mata, pero el hecho de que durante la temporada el segundo pueda actuar de delantero, bien en el puesto de Silva, o bien en el del propio Villa, facilitan que de entrada la plantilla cuente con tres extremos zurdos como serían Jordi Alba, Vicente y Juan Mata, que es quien parte como titular por lo hecho la temporada pasada.En ese sentido, en la actual plantilla del Valencia hay dos ejemplos que apoyan esta teoría de los técnicos y son Mata y Pablo Hernández. Al primero le costó, hace dos temporadas, casi medio año entrar en el equipo, ya que al principio Quique no contaba con él. La oportunidad le llegó de la mano de Ronald Koeman y Mata la aprovechó para hacerse ese año con la titularidad, y para convertirse en indiscutible al año siguiente ya con Emery en el banquillo valencianista. El caso de Pablo es similar, puesto que en su primer año en el primer equipo, no fue hasta avanzada la segunda vuelta cuando explotó lo suficiente como para disputarle —y en ocasiones ganarle— el puesto en banda derecha a Joaquín. Tanto es así, que ambos obtuvieron la temporada pasada el premio de ser convocados por la selección absoluta de Vicente Del Bosque. Mata y Pablo son, por tanto, el espejo en el que debe mirarse Jordi Alba.Eso sí, más allá de la decisión deportiva que ha tomado ya Unai Emery, está la situación de mercado y el número de fichas finito con que cuenta el Valencia. Es decir, Unai Emery tiene ahora más jugadores que fichas libres, y ante la obligatoriedad de dar ficha —lo que legalmente supone darle al trabajador la oportunidad de realizar su trabajo más allá de que el entrenador no lo ponga— a todos los jugadores con contrato profesional, el grupo de jugadores que formará finalmente la plantilla se verá influido por la capacidad que tenga el Valencia de dar salida a los jugadores que no cuentan.

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