El jugador pide una rebaja de la cláusula si llega una oferta de un equipo importanteLa primera toma de contacto ya se ha producido pero las posturas siguen estando alejadas.
TONI CALERO
Llevaban demasiado tiempo dejándose querer, uno y otro. El Valencia buscaba el momento para sentarse a negociar la renovación de uno de los futbolistas más prometedores de su plantilla. Quizá por eso, por entender que Jordi Alba no alcanzaría cotas tan altas en apenas dos meses de competición, dejó correr el reloj. No había prisas por blindar su futuro, pero la definitiva explosión del interior zurdo reconvertido a lateral, su internacionalidad y la llamada de los grandes ha acelerado un proceso que debió arrancar con mayor energía en verano.
En estos momentos el contrato que liga al catalán con el Valencia expira en junio de 2013. En público, las dos partes habían reconocido una y otra vez que no existían motivos para quebrar la relación de un producto de la cantera que debutó con el primer equipo en 2009. El club quiere renovar a Jordi Alba y él siempre que ha tenido ocasión ha mostrado su predisposición al acuerdo. La última vez, hace unos días en la Ciudad Deportiva de Paterna: «¿Qué me ha espiado el Barcelona? No puedo decir nada. Lo he dicho muchas veces. Me centro en jugar, en hacerlo bien aquí. Todo es cuestión de los representantes. Ellos no me han comentado nada pero yo tampoco voy a preguntar, lo tengo muy claro». Y sí, le había espiado el Barça, que mandó a un ojeador al derbi de Orriols entre Levante y Valencia para seguir en directo a Jordi Alba y Víctor Ruiz. El interés del club azulgrana por el lateral zurdo es real, muy real. Tanto que el valencianista figura entre las opciones que manejan Zubizarreta y Guardiola para la próxima temporada.
El último en sumarse a las apuestas por Alba ha sido el Manchester United. Ferguson busca un recambio para Patrice Evra (31 años) y se ha especulado con fuerza en torno a la posibilidad de que el United pudiera echar sus redes para que sea el valencianista quien refuerce la plantilla del subcampeón de Europa.
Ante las peligrosas insinuaciones procedentes de varios equipos de primer nivel, el Valencia decidió al fin sentarse a negociar con los agentes de Jordi Alba la pasada semana, noticia que avanzó Ràdio 9. Fue una primera toma de contacto, un acercamiento que llevaba meses esperándose. «Estamos trabajando en la renovación de Jordi, pero también el club tiene la disponibilidad que tiene. Estamos sujetos a nuestras posibilidades y no podemos salirnos de madre. Por supuesto y vuelvo a repetir, estamos trabajando en su renovación», reconocía Manuel Llorente esta misma semana en los micrófonos de LAS PROVINCIAS Punto Radio (92.0 FM).
El Valencia ha dejado de ser un club vendedor tras los traspasos de Villa, Silva, Albiol y Mata, entre otros. Las urgencias económicas pueden solucionarse sin desguazar la plantilla, pero las palabras de Llorente indican que el Valencia no va a renovar a Jordi Alba a cualquier precio.
Lógicamente, la primera petición de los representantes del jugador pasa por un aumento considerable de su ficha. Alba sigue siendo uno de los peor pagados de la plantilla y consideran que su participación en el Valencia y su actual cotización en el mercado está a años luz de su sueldo. Además, cualquiera de las ofertas que le pudieran llegar superaría el dinero que en estos momentos percibe del club blanquinegro.
El sueldo es el factor más relevante de la negociación, pero no el único. Alba quiere incluir en su nuevo contrato mejoras por objetivos que en estos momentos no contempla el acuerdo que le une al Valencia. Además, la actual cláusula de rescisión del catalán es de 20 millones, una cifra que el Valencia quiere subir hasta los 30 millones. Y en este apartado surge el principal motivo de discrepancia entre el club de Mestalla y los representantes de Jordi Alba.
El zaguero, dicho de otro modo, sería partidario de una renovación a lo Mata. El atacante firmó un acuerdo con el Valencia según el cual, en caso de llegar una jugosa oferta de un equipo importante antes de una fecha determinada, Llorente le dejaría marchar por un precio inferior a la cláusula de rescisión. Al final vino el Chelsea con 28 millones y Mata salió con el visto bueno de todas las partes. Alba quiere calcar la jugada. Busca el compromiso del Valencia de dejarlo salir si recibe una oferta que le impida decir 'no'.
No hay diferencias entre los años de contrato por los que renovaría el catalán. Sin haber concretado las fechas, las dos partes valoran la posibilidad de que el acuerdo se prolongue hasta el 30 de junio de 2017, por lo que Jordi Alba finalizaría su relación con el Valencia con 26 años.
De momento, y a pesar de que las dos partes han mostrado su predisposición para alcanzar el acuerdo, las posiciones están lejos, muy lejos. La semana pasada se iniciaron unas negociaciones que tienen muchas papeletas para convertirse en largo culebrón. El Valencia, siguiendo su actual política (apretarse el cinturón en la medida de lo posible), no renovará a Jordi Alba a cualquier precio. Y el jugador, consciente de los nombres de los equipos que le tienen en su agenda, pedirá al club un esfuerzo extra para pintar su futuro de blanquinegro hasta, al menos, 2017.
Una proyección imparable
El gran mérito de la explosión de Jordi Alba es de Unai Emery. El técnico empezó a utilizarlo como lateral la pasada temporada. Poco le importaron las voces de los que veían al catalán demasiado frágil para jugar como zaguero, poco que al propio Jordi Alba no le convenciera pasar de extremo a lateral. Lo cierto es que el joven canterano se convirtió en alternativa a Mathieu. Y ahí se quedó.
Esta temporada no hubo debate y Alba creció como lateral, aprovechando las virtudes ofensivas adquiridas en sus años como extremo. Su desparpajo le llevó a la selección porque Del Bosque valora la polivalencia del zurdo hasta el punto de que en estos momentos tiene un pie en la Eurocopa. Se exhibió en el debut con la roja, consiguió el trascendental tanto del Valencia en Zaragoza y fue vital en Orriols.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2011-11-12/alba-quiere-renovar-mata-20111112.html
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