JORDI ALBA SE DISFRAZA DE LATERAL GOLEADOR

El catalán anotó su primer tanto oficial con el VCF; su ex entrenador, Óscar Fernádez, cree que puede jugar ahí.

"Jordi es un jugador que cuando llegó tenía cositas y ahora se va teniendo grandes cosas". Así describía el valenciano César Ferrando, técnico del Nàstic durante la pasada campaña, la evolución de Jordi Alba en la rueda de prensa del último partido que disputó el extremo catalán en Tarragona antes de su regreso a Valencia.

Unas grandes cosas que ya ha empezado a mostrar desde que dispone de la confianza de Emery. La plaga de lesiones que está sufriendo el equipo en la parte de atrás le ha abierto la puerta de la titularidad como lateral izquierdo y ha sido jugando en una posición desconocida para él donde se bautizó el pasado domingo como goleador del Valencia CF en un partido oficial —ya había anotado dos tantos en pretemporada contra el Borussia Dortmund y el Den Haag—. A pesar de partir desde el lateral en Mallorca, su sacrificio y carácter ofensivo natural le llevaron a llegar a línea de fondo en numerosas ocasiones. Hasta seis centros en dirección al área salieron de sus botas junto a un disparo a puerta que serviría para poner el 2-1 en el Ono Estadi.

Llama más la atención su reinventada faceta como defensor. En total, Jordi Alba fue capaz de recuperar, sin cometer ninguna falta, diez balones, la mayoría de ellos aprovechando su velocidad a la hora de recuperar la posición. La clave de su adaptación al lateral izquierdo la aporta el entrenador del Valencia Mestalla, Óscar Fernández: "Jordi es, sobre todo, un jugador descarado y rápido en la ejecución. Él es muy ofensivo pero a pesar de ello puede jugar de lateral ya que con su velocidad puede suplir las deficiencias en defensa que aún tiene". Eso sí, a título personal, "lo prefiero de tres cuartos de campo hacia adelante".

El entrenador del filial lo subió del juvenil y lo tuvo a sus órdenes durante seis meses, antes de que se marchara cedido al Gimnàstic de Tarragona. Su aterrizaje en Paterna se dio después de que el aparato de captación del club lo viese despuntar en Navarra con la selección autonómica catalana. Dos años antes en el FC Barcelona lo descartaron del juvenil debido a su corta estatura (165 centímetros) —curiosamente algo similar a lo que sucedió con David Silva y el Real Madrid— y a que jugadores como Bojan Krkic y Giovani Dos Santos le cerraban el paso.

A pesar de que en diciembre parecía que había perdido una temporada en su proyección como futbolista, el habilidoso zurdo ha disputado ya con el Valencia CF 22 encuentros, doce de titular y diez saliendo desde el banquillo. "Tiene que aprender muchas cosas todavía, pero Jordi está cumpliendo y dando la cara y eso es un orgullo para nosotros", señala su ex entrenador Óscar Fernández. La que parecía ser una solución de urgencia de Unai Emery hace unas semanas se está convirtiendo en algo a tomar en serio. Sea de lateral o de extremo, Jordi Alba está encontrando su sitio.
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